ALBORADA
La historia del grupo comienza en 1984 cuando Sixto Ayvar funda Alborada
en su pueblo natal, Ocobamba. Su música, inspirada básicamente en las culturas
nativas de los Andes peruanos, es llevada por Sixtucha a tierras germanas,
estableciéndose finalmente en la ciudad de Colonia. Ya ahí su oído de músico se
ve ampliado por todos los géneros y estilos que conviven en una ciudad
cosmopolita, dotando de una diferente sensibilidad a los instrumentos, sin
importar su procedencia. La música tradicional andina, en las manos y voces de
Alborada, se moderniza, se renueva. En los comienzos, el apoyo y empuje de los
reconocidos Manuelcha Prado y Julio Humala fue fundamental.
Pero
muchos otros nombres pasaron por Alborada, diferentes vivencias y
nacionalidades. Con todos ellos Alborada fue experimentando e incursionando en
diferentes formas musicales, pero siempre con su estilo particular y
característico. Desde lo estrictamente tradicional pasando por la fusión y la
música para meditación. En la producción "Tropical" se acercan a los
ritmos bailables y más contemporáneos. En las series "Melodías del
Corazón" y "Melodías Inolvidables" exploran los ritmos populares
de Occidente.
Pero
es con la llegada de Víctor Valle y Lenin de la Torre que se gesta el nuevo
sonido de Alborada. A los nuevos estilos y ritmos que ellos traen de sus
comunidades respectivas, se suman las experiencias que ganaron al visitar
culturas indígenas de Canadá y Estados Unidos. Estas nuevas vivencias se hacen
manifiestas a partir de su producción "Meditación", donde Alborada da
a entender que su nuevo sonido va mucho más allá que una simple cuestión
estilística. Detrás de la nueva propuesta se esconde la ardua tarea de crear
puentes interculturales entre grupos humanos caprichosamente separados por la
historia. Hay que tener en cuenta que hace muchos años las tradiciones
indígenas de América del Norte y del Sur supieron alimentarse recíprocamente,
por lo que Alborada con su espíritu aventurero y renovador quiso recorrer el
camino inverso al de los conquistadores, acercando las tradiciones de estos
pueblos.
En
los últimos discos "Caminos al Sol" o "Instrumental"
podemos notar los vertiginosos cambios que experimenta el grupo. Se ven
incorporados nuevos instrumentos como los procedentes de Oriente. De la misma
manera una nueva indumentaria de Alborada es creada por Sixto, inspirándose en
los trajes que usan los peruanos Danzantes de Tijeras.
A
pesar de que Alborada participó junto a otros grupos internacionales como los
bolivianos "Savia Andina" y "Los Kjarkas" recién les llega
el respaldo del público peruano al presentarse en el Festival de Música que se
realizó en el Parque de Lima en marzo de 2004. En esta fiesta musical y a los
22 años de su fundación, Alborada logró reunir 22 músicos, entre ellos su
reciente incorporación: Wilber "Cebollita" Ayvar. Ahora Alborada ya
no es sólo el grupo de música andina, ahora es una propuesta artística que
incluye música, danza y performances visuales, por lo que cada presentación es
un acontecimiento novedoso.
Es
admirable el acoplamiento de la guitarra del ayacuchano Ronald Contreras; Óscar
Cavero, guitarrista de Armando Manzanero y Felipe Pumarada, bajista de Eva
Ayllón. Asimismo César Lezcano, baterista de Gian Marco, y los percusionistas
Kike Herrera, Leonardo "Gigio" Parodi (también músico de Eva Ayllón),
y Hugo Bravo este último ganador de un Grammy junto a Susana Baca, muestran su
capacidad de diálogo con lo andino. Hay ternura en las voces de los coros a
cargo de July Pumarada, Claudia García y el profesor de canto Julio Zavala. La
nota clásica y moderna la coloca César Pacheco en el cello y la concertista de
la Orquesta Sinfónica Nacional del Perú, María Elena Pacheco en el violín. Y
todo bajo la dirección musical y arreglos de Iván Raffo Lazaro.
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